Claridad jurídica sobre la ayahuasca en Portugal

 ICEERS | 12 MARZO 2024

El marco jurídico que rodea a la ayahuasca en Portugal resulta complejo y se encuentra lleno de matices. No en vano, refleja un debate global más amplio sobre la intersección de las prácticas tradicionales, la libertad religiosa y la política de drogas. La historia de la ayahuasca en el país luso se ha visto influida por la globalización, la migración y la evolución de las actitudes hacia los psicodélicos y las formas alternativas de sanación. Un dictamen jurídico exhaustivo publicado recientemente, escrito por Ana Sofia Machado Ferreira, Francisco Quelhas Lima y Armando Rocha, examina a fondo el marco jurídico que rodea a la ayahuasca en Portugal y analiza sus implicaciones en contextos religiosos y ceremoniales.

Política de drogas en Portugal

Portugal adoptó un cambio transformador en su política de drogas en 2001, cuando la posesión de drogas para consumo personal pasó de ser un delito penal a constituir una falta administrativa. La Ley 30/2000 adoptó un enfoque de la despenalización centrado en la salud, con el objetivo de lograr un equilibrio entre la salvaguarda del bienestar de los consumidores de sustancias y la atención a los problemas de salud pública. Las personas en posesión de pequeñas cantidades de cualquier droga pueden ser obligadas a someterse a una evaluación por parte de las comisiones locales de drogodependencias para determinar las intervenciones adecuadas.

Este cambio dio lugar a una política de tolerancia hacia el consumo de drogas, al tiempo que se mantenía una estricta normativa sobre el tráfico de drogas y la posesión de cantidades superiores a las pequeñas. Estas regulaciones también están abiertas a la interpretación legal, considerando factores como la intención del individuo, la cantidad de las sustancias involucradas y la historia personal.

Estatus de la ayahuasca: confusión legal

Aunque Portugal cuenta con una política de drogas progresista, la situación legal de la ayahuasca sigue resultando ambigua y ha sido objeto de debate e incertidumbre. Esto se debe a la compleja clasificación legal del brebaje de ayahuasca, que contiene DMT, una sustancia controlada en muchos países, incluido Portugal.

En cuanto al derecho internacional, el estatus de la ayahuasca no se encuentra definido explícitamente en el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas (1971), lo que deja en manos de los gobiernos nacionales la determinación de las medidas de control. La ayahuasca no está explícitamente prohibida en Portugal. Pero la DMT se considera ilegal en virtud del Decreto Ley 15/93, con penas que van desde multas a condenas de prisión por infracciones. La presencia de DMT en la infusión de ayahuasca sigue estando regulada por la legislación portuguesa sobre drogas, con posibles repercusiones legales por posesión, importación o distribución.

Sin embargo, el consumo de las sustancias enumeradas en el Decreto-Ley 15/93 de Portugal no se considera delictivo si la cantidad resulta inferior a la necesaria para el consumo medio de un individuo durante un período de diez días. Aunque la DMT se menciona en la ley, el análisis del informe (en inglés) Legal Opinion on the Status of Ayahuasca in the Portuguese Legal System sugiere que el brebaje y sus ingredientes no se encuentran explícitamente regulados. Esta interpretación está en consonancia con los tratados internacionales que regulan las sustancias psicotrópicas, ninguno de los cuales incluye la ayahuasca.

La cuestión de la libertad religiosa

La ayahuasca dentro de un contexto religioso está salvaguardada por las disposiciones de libertad religiosa en Portugal, que prohíben amplias restricciones que infringirían las normas constitucionales e internacionales de derechos humanos. Sin embargo, el estatuto jurídico de la ayahuasca en el marco de la ley de libertad religiosa está sujeto a interpretación. La Ley 16 de 2001 define las condiciones para el reconocimiento de las comunidades religiosas, pero la clasificación de la ayahuasca como sacramento se mueve en una zona jurídica gris. Las autoridades portuguesas se han mostrado incoherentes en su enfoque, clasificando con frecuencia la ayahuasca como prohibida basándose únicamente en la presencia de DMT. Esta postura carece de base legal y deja margen para la impugnación.

La inmigración brasileña introdujo en Portugal religiones ayahuasqueras ya establecidas, como el Santo Daime y la União do Vegetal (UDV). Aunque ambas están reconocidas como religiones en Brasil, tanto la UDV como el Santo Daime se han enfrentado a dificultades para obtener el reconocimiento como instituciones religiosas formales en Portugal. Las interpretaciones de la libertad religiosa y del derecho penal en el país varían. A pesar de su significado religioso, conseguir el reconocimiento legal supone un reto constante, que requiere enfoques estratégicos para sortear los problemas normativos.

Obstáculos y oportunidades

La actual ambigüedad legal respecto a la ayahuasca en Portugal plantea retos tanto para los profesionales como para los responsables políticos. La aplicación incoherente y la mala interpretación de las leyes crean incertidumbre e impiden el avance de prácticas seguras y reguladas. La claridad jurídica y el reconocimiento de las prácticas religiosas resultan esenciales para garantizar los derechos de las personas y las comunidades. Navegar por estas complejidades presenta oportunidades para el diálogo, la educación y la participación mutua. La colaboración entre los responsables políticos, los grupos religiosos y los expertos jurídicos supone un requisito esencial para establecer un marco que respete el patrimonio cultural y las libertades individuales.

La educación y la concienciación pueden resolver las incertidumbres jurídicas. Proporcionando información precisa sobre el significado cultural de la ayahuasca, su potencial terapéutico y su perfil de seguridad, los responsables políticos pueden promover la toma de decisiones informadas y aclarar conceptos erróneos. Los diálogos públicos, los talleres y las conferencias pueden servir como plataformas para debates constructivos que fomenten una comprensión más profunda de la importancia de la ayahuasca en la sociedad contemporánea.

Los esfuerzos de reforma política también deben revaluar las leyes y regulaciones existentes para asegurar que se alinean con la comprensión de la ayahuasca y otras medicinas ancestrales. Los esfuerzos de colaboración entre agencias gubernamentales, expertos legales y comunidades ayahuasqueras pueden allanar el camino para políticas progresistas que alineen la salud pública con la preservación de los derechos religiosos y culturales.

Consideraciones finales

Portugal presenta un interesante estudio de caso sobre la globalización de la ayahuasca y la compleja intersección entre las medicinas ancestrales y las leyes de control de drogas. La claridad constituye un requisito primordial a la hora de navegar por el panorama legal de la ayahuasca en cualquier país. Aunque las leyes existentes en Portugal ofrecen algunas protecciones para fines religiosos y ceremoniales, persisten las incoherencias y los desafíos. El país puede establecer un marco legal que respete la tradición, defienda los derechos individuales y acoja el potencial transformador de la ayahuasca en la sociedad. A medida que evoluciona el panorama jurídico y cultural, es imperativo que la legislación apoye la diversidad cultural, honre la sabiduría indígena y se dedique a la justicia y la inclusión.

Para una comprensión completa de la situación jurídica de la ayahuasca en Portugal, consulta el informe completo (en inglés).

* Referencias disponibles en el informe completo.