» La ayahuasca puede servir de apoyo para el desarrollo personal, el bienestar psicológico y emocional, y la armonía y cohesión sociales, así como catalizar experiencias espirituales o religiosas.
» Promueve el «descentramiento»4 o la capacidad de percibir pensamientos y emociones como eventos transitorios de la mente, sin quedar atrapado en ellos.
» Promueve el mindfulness y la flexibilidad cognitiva,5 permitiendo a las personas contemplar eventos, situaciones y relaciones desde perspectivas desapegadas.
» La ayahuasca produce efectos antidepresivos en pacientes con diagnósticos clínicos. Estos efectos se mantuvieron durante 21 días después de la administración de una dosis única.6
» Varias formas de depuración, como el vómito, constituyen efectos deseados que favorecen la limpieza física, emocional y energética.1, 2
» La posibilidad de enfrentarse a contenido emocional o psicológico difícil puede derivar en un proceso transformador y sanador.3
» Hay evidencia de resultados positivos en la terapia del duelo, persistentes después de un año, incluidos algunos mecanismos de acción previamente no descritos en la literatura científica.7
» Sus posibles propiedades neuroprotectoras8 y neurogenerativas9,10 podrían resultar útiles para el tratamiento de la demencia y una variedad de enfermedades neurodegenerativas.