
Diego de las Casas: amigo del alma, defensor de la libertad
Hay vidas que dejan huella en los libros y otras que lo hacen en los corazones. Diego de las Casas Cañedo consiguió ambas cosas: pionero en la defensa legal de la ayahuasca y de quienes la compartían, así como en la lucha por el cese de la persecución legal y económica de los usuarios de cannabis, era un amigo entrañable para quienes lo conocieron: generoso hasta el exceso, divertido hasta el contagio. Su reciente fallecimiento nos arrebató a un abogado brillante, pero sobre todo a un ser humano luminoso, con un corazón de oro y una mente de platino.