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    El antiguo futuro de la ayahuasca

    07.11.2022

    Todas las grandes tradiciones de la Tierra nos instan a pensar más allá de nuestras propias necesidades. Nos inspiran a considerar las necesidades de los demás, tanto humanas como no humanas, presentes y futuras, como si fueran nuestras propias necesidades —que, desde la perspectiva de la Unidad, lo son— y a actuar en consecuencia. Proteger lo que queda de las grandes selvas tropicales de la Tierra y esforzarse por registrar y comprender la sabiduría colectiva de los pueblos de la región es uno de los legados más valiosos que podemos dejar al futuro. Pero, sobre todo, ¿cuál es el futuro de la ayahuasca?

    La importancia trascendental de la selva tropical para el bienestar del planeta: la producción de oxígeno, la estabilidad del clima, el secuestro de carbono y la miríada de procesos naturales más allá de la comprensión que ocurren allí diariamente, exigen que no permitamos el olvido de su diversidad cultural y biológica. Debemos, como humanidad, ver la selva tropical como el laboratorio natural que es, repleto de los frutos de millones de años de evolución.

    Desde nuestro punto de vista humano, con asombro y reverencia, hay plantas que curan ciertas dolencias y otras que revelan grandes secretos; pero sobre todo, la selva tropical en sí misma es una gran medicina. Una gran medicina planetaria.

    La selva tropical del planeta y, por ende, todas las grandes extensiones de naturaleza salvaje, los océanos y los ecosistemas naturales, son el pilar del sistema inmunitario planetario. Célula madre perenne capaz de renovarse y ser fértil. Todas las especies de la Tierra necesitan las zonas silvestres para estar sanas, para mantener la estabilidad del clima y para que continúe la vida tal y como la conocemos. ¿En qué consiste entonces el «antiguo futuro de la ayahuasca»?

     

    Planta, gente, planeta

    Se puede decir que el vínculo entre el entorno natural y las personas es la base de la cultura. Nuestra herencia cultural unifica a las personas con las plantas, con nuestro sustento y medicina, con los poderes elementales y los ciclos naturales. El contexto cultural es relevante para la herboristería, la agricultura, los fenómenos estacionales, la espiritualidad y todo el uso de las plantas en todas las sociedades, y es especialmente crucial para entender los usos de los enteógenos; las llamadas «plantas maestras».

    Si queremos comprender mejor el papel que desempeñan estas plantas sagradas en la vida de los pueblos, debemos entender las tradiciones documentadas en el tiempo que han evolucionado con el uso humano de las mismas. Son precisamente estas pautas tradicionales las que han permitido a las plantas sagradas actuar como agentes positivos entre las personas y las sociedades.

    Por ejemplo, cuando se prepara y administra adecuadamente, la ayahuasca —también conocida como yagé, así como otros nombres indígenas— puede realinear la visión del mundo y la forma de percibir la naturaleza, mostrando cómo encontrar un sentido de lugar dentro de la comunidad humana, así como de la gran comunidad de toda la vida.

    En manos de un maestro de esta tradición de medicina vegetal, las energías a las que permite acceder pueden canalizarse para ayudar a otras personas a recuperar el equilibrio interior, la curación y la renovación. Las personas pueden entonces ser más conscientes de su participación en el despliegue creativo del universo, como co-creadores que expanden el orden celestial original.

    Algunos de estos efectos indescriptiblemente beneficiosos pueden obtenerse incluso a través de las experiencias truncadas y limitadas del llamado «turismo de la ayahuasca», así como de la experimentación y el viaje más serios. Dosis pequeñas de forma regular constituyen un rito religioso para algunas personas, una purga curativa para otras. Estos usos modernos de la medicina tradicional están evolucionando y extendiéndose por todo el mundo, y pueden ayudarnos a encontrar una salida al embrollo ecológico y espiritual en el que nos encontramos; sin duda, son una ruta que merece la pena explorar mientras intentamos evitar el colapso de los mecanismos de apoyo a la vida de la Tierra.

    Simultáneamente, en el futuro, la ayahuasca también corre el peligro de integrarse en los patrones de consumo y las leyes económicas occidentales. El turismo de la ayahuasca es un nuevo gran negocio en el Amazonas. ¿Se convertirá la medicina en otro artículo del mercado de masas, divorciado de sus orígenes tradicionales e incapaz de proporcionar los beneficios que buscamos?

     

    Visiones de la ayahuasca

    Es una triste realidad que, a pesar del gran potencial de la ayahuasca para dirigir a la humanidad y de los beneficios que ha otorgado a muchas personas en el pasado (por no mencionar su pura y casi increíble magia), este arte y ciencia se está desvaneciendo rápidamente en su contexto tradicional. El gran sabio amazónico y pintor visionario Pablo Amaringo me explicó una vez cómo utilizaba la ayahuasca como herramienta para aplicar un riguroso escrutinio científico con el fin de comprender la verdad de esta existencia. En su libro, Visiones de la ayahuasca, escribe:

    «Sólo cuando la persona empieza a oír y ver como si estuviera dentro de la escena, no como algo que se le presenta, es capaz de descubrir muchas cosas. No hay nada que no pueda descubrir. Vi cómo se creó el mundo, cómo todo está lleno de vida, cómo los grandes espíritus intervienen en todos los aspectos de la naturaleza y hacen que el universo se expanda. El mundo es polifacético, tan misterioso e insondable que supera la imaginación. También comprendí que el ser humano nunca será feliz hasta que se dé cuenta de su conexión con el Creador y las dimensiones espirituales».

    La ayahuasca puede curar muchas dolencias y enfermedades físicas, incluso las llamadas «terminales», pero no puede hacerlo por sí sola. Estas curas pueden lograrse cuando la medicina de la planta se combina con el conocimiento avanzado de los sanadores o adeptos que, como resultado de toda una vida de entrenamiento y práctica espiritual seria, utilizando métodos transmitidos por generaciones de maestros devotos, son capaces de asociarse con poderosos espíritus sanadores y dirigir la energía adecuadamente. Aquí es donde nuestra medicina occidental suele estar divorciada de sus orígenes energéticos y de la maestría de los sanadores humanos.

    Tanto en lo que respecta a los cuidados paliativos como a los preventivos, las tradiciones de la sagrada medicina vegetal y el enfoque ancestral de la sanación se adaptan perfectamente a las necesidades específicas de cada persona. La forma exacta en que la ayahuasca actúa para despertar en cada persona una nueva oportunidad de renovación en el futuro está más allá de la comprensión racional. Es por ello que los ancianos del pueblo Secoya dicen: «El yagé sabe; nosotros no sabemos».

     

    El futuro de la ayahuasca: de la selva al mundo

    Aun así, la capacidad de la ciencia indígena, la medicina tradicional amazónica y la ayahuasca para ayudar a las personas a alcanzar la comprensión, el equilibrio y el bienestar se ha demostrado en innumerables ocasiones. Debido a la eficacia de esta medicina, es inevitable ver cómo aumenta su popularidad, y esto —de maneras inimaginables, ya que la ayahuasca ayuda a las personas en sus viajes personales— ayudará a salvar tanto las tradiciones medicinales como el propio entorno de la selva tropical.

    Porque mientras los modos tradicionales de transmisión se desmoronan, la esperanza para el futuro de la tradición de la ayahuasca viene, irónicamente, de fuera de la selva, de elementos dentro de las mismas culturas que parecen empeñadas en destruirlo todo. En todo el mundo, a medida que más y más personas buscan reconectarse con la naturaleza original y su verdadera identidad, participan en ceremonias de curación con ayahuasca o buscan la salud a través del uso de diversos productos botánicos de la selva amazónica.

    Vemos que a medida que va pasando a Occidente, se va desarrollando una nueva forma de uso sincrético de la ayahuasca entre las personas afines a la planta de todo el mundo. Parece que cuando una puerta empieza a cerrarse, otra se abre, y se podría considerar que la medicina se está moviendo hacia donde tiene que ir, esforzándose por ofrecer a las personas el desafío finalmente satisfactorio de despertar y convertirse en un ser humano consciente. Aunque éste sea el caso, cualquier ser humano consciente no puede evitar entristecerse por la tremenda pérdida de diversidad biológica y cultural que se está produciendo hoy en día.

    En un mundo gobernado por las corporaciones e impulsado por los márgenes de beneficio, ni siquiera se respetan los conocimientos de los mejores científicos, y mucho menos los de los sabios indígenas. Sin embargo, llegará un momento en que la ciencia indígena y los métodos científicos modernos unirán sus fuerzas para ayudar a reconducir el rumbo de la humanidad. Los espíritus, las deidades y los inmortales que se revelan a través de la bebida del yagé desean esto más que nada.

     

    La evolución de la «globalhuasca»

    Entendiendo esto, ¿cuál es entonces el futuro de la ayahuasca? Incluye la promulgación de economías alternativas sostenibles y el progreso adecuado a nivel local (en contraposición al desarrollo masivo), la educación oportuna y la crianza amorosa de los niños, la protección de las fuentes de agua y aire puros, el cuidado de los métodos utilizados para criar nuestros alimentos, y la protección urgente de la poderosa selva tropical y las áreas vírgenes de la Tierra, hogar de estas grandes tradiciones y de los más diversos ecosistemas terrestres.

    Este conocimiento continuará ayudando a las personas y a las comunidades a medida que se expanda más allá de la selva, y quiero creer que nada puede detenerlo. Es la evolución en acción, el ciclo constructivo del flujo energético universal manifestándose, ganando impulso y fortaleciéndose diariamente.

    Y a pesar de la pérdida de gran parte del cuerpo de conocimientos original, se están transmitiendo formas periféricas. A partir de estas semillas, puede existir un futuro en el que las lianas vuelvan a rebrotar, y estas artes y formas sean respetadas y puedan florecer de nuevo en la selva y en todo el mundo. Dentro de este antiguo modo de ciencia, en su forma más simple y práctica, hay métodos profundos para contemplar la totalidad y restablecer una conexión personal con el todo. Estos métodos rectifican percepciones críticas erróneas y limpian al individuo de muchas suposiciones falsas que hoy se toman como verdades.

    Esta experiencia de la ayahuasca está actualmente de moda, pero a veces no se basa en la tradición. Porque en la urgencia occidental por la gratificación instantánea es vital entender que esta ciencia es vasta, y su comprensión completa requiere una vida dedicada de estudio, que pocos occidentales (y, de hecho, pocos habitantes modernos del Amazonas) son capaces de, o tienen el valor necesario para emprender. Sin embargo, parece que los elementos de la medicina tradicional amazónica pueden integrarse en los tiempos modernos para ayudar a realinear a las personas con un modo de ser más holístico y natural.

    La medicina de la abuela es sabia y poderosa. Quizá las propias plantas estén catalizando nuevas oportunidades para la supervivencia de su sabiduría, así como de su hogar en la selva tropical, ¡y quizá también de nosotros! Despertar una comprensión de que somos la evolución más reciente de la selva tropical, llegando a protegerse a sí misma, es refrescante.

    ¿Cómo consigue hacer esto la ayahuasca? A través de ceremonias en todas partes que inspiran e imprimen la experiencia de la unidad y la conexión a nivel personal —ya no sólo en un entorno selvático, sino en todo el mundo—. Y a través de los corazones motivados de aquéllos que saben cómo amar esta Tierra sagrada y respetar toda la vida. Podemos actuar como medicina para la selva si captamos el mensaje de unidad de la ayahuasca y ayudamos a preservar los grandes tesoros del Amazonas y de la Tierra. Esta tarea es urgente: la globalización industrial amenaza la existencia misma de la selva y el conocimiento botánico que podría aportar tantas soluciones.

    Y, sin embargo, por muy poderosa que sea la medicina, todos los grandes chamanes y sabios consumados de cualquier cultura estarán de acuerdo en que la ayahuasca en sí misma no es esencial para progresar en el camino espiritual. La ayahuasca y otras plantas sagradas pueden revelar muchas cosas, pero en última instancia no son necesarias. Después de curarse, ¿qué?

     

    El antiguo futuro de la ayahuasca

    La cultura del servicio es la pieza central y el fundamento de este camino de desarrollo espiritual y sutil comprensión científica del poder de ser virtuoso, la potencia universal de ser absoluto. Al final se trata de ir más allá de uno mismo y ser capaz de ayudar a los demás.

    Como los ancianos de las ceremonias de antaño se maravillaban al reconocer, en susurros silenciosos alrededor del suave resplandor de un fuego, en efecto, la única manera de unir todas las virtudes de uno con todas las virtudes del multiverso es ofrecer siempre lo mejor de uno mismo.

    Una de las demandas contemporáneas de nuestras energías y un excelente escenario para el servicio es despertar a uno mismo y a los demás a la necesidad de evolucionar hacia la sostenibilidad, para tener en cuenta no sólo las necesidades de las personas sino también las de la naturaleza. Ahora es el momento de impulsar nuestras capacidades latentes pero inherentes para desencadenar los poderes unificadores de la cultura del servicio para promulgar un cambio positivo. Debemos prepararnos para servir a toda la creación de la vida, en cualquier momento, haciendo lo mejor que podamos en cada momento. Esto es la mediación contemplativa.

    En el núcleo de las formas antiguas aprendemos que tomar de la naturaleza es un privilegio, no un derecho. Cualquier buscador de la verdad puede estar de acuerdo en que el único derecho que tenemos como humanidad es la capacidad de despertar como seres verdaderamente conscientes, para promulgar una vida en reciprocidad, equilibrio y armonía entre todos los seres vivos. Éste es nuestro derecho, ésta es nuestra misión planetaria, y ésta debe ser nuestra dirección.

     

    El etnobotánico Jonathon «Sparrow» Miller Weisberger ha dedicado los últimos treinta años al estudio de las tradiciones de la medicina vegetal de la selva tropical. Desde el año 2000 regenta el Ocean Forest Ecolodge Retreat, en la Península de Osa, en Costa Rica.

    Artículo original, sobre el futuro de la ayahuasca, de Jonathon Miller Weisberger en The Costa Rica News.

     

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    Categories: Noticias
    Tags: ayahuasca , Amazonía , sostenibilidad , indígenas , futuro