Igor Domsac | 29 mayo 2025
El fin de semana del 24 y 25 de mayo de 2025 se celebró en la Sierra de Guadarrama, en Madrid, la tercera edición de La Seta Crítica, un encuentro alternativo, organizado por Kravan y la Sociedad Psicodélica de Madrid, que ya se está consolidando como una cita de referencia para quienes exploran las dimensiones sociales, terapéuticas, culturales y espirituales de los enteógenos. En esta edición, el evento volvió a reunir a una comunidad diversa de personas interesadas en los usos conscientes de plantas y sustancias visionarias, combinando ciencia, arte, activismo, espiritualidad y experiencias sensoriales.
Además de las intervenciones programadas, el encuentro se caracterizó por una atmósfera de apertura y participación colectiva. Desde la entrada, los asistentes fueron recibidos con pequeños gestos simbólicos: se repartieron ceniceros portátiles a quienes fumaban, fomentando el cuidado del entorno compartido, junto con pegatinas de la iniciativa PsychedeliCare, una campaña ciudadana europea que busca promover el acceso seguro y legal a terapias asistidas por sustancias psicodélicas, integrándolas de forma regulada en los sistemas de salud pública de Europa.
Psicodelia transdisciplinar
La Seta Crítica III propuso una exploración transdisciplinar de la psicodelia, abordando su relación con la meditación, el chamanismo, la neurociencia, la farmacología, las estructuras sociales y los procesos de trascendencia personal y colectiva. Entre las ponencias destacaron figuras como Santos Rodríguez, que ofreció una fascinante charla, no exenta de humor, donde exploró las complejidades moleculares de las fenetilaminas, Marcos Rodríguez, con una reflexión sobre los psicodélicos y la realidad última, Juan Soriano, que contextualizó el chamanismo precolombino, y J.Q. Arosa, con una provocadora exploración sobre la naturaleza del ego.
Asimismo, se abrió un espacio para compartir relatos psicodélicos, coordinado por Marina Febles, creadora del podcast «Mujeres psicodélicas». La propuesta ofreció un entorno cuidado para que las personas asistentes compartieran en voz alta sus experiencias con sustancias psicodélicas, con el objetivo explícito de crear un episodio especial del podcast dedicado a La Seta Crítica.
Desde el enfoque científico, sobresalieron las exposiciones de Irene de Caso sobre neurociencia psicodélica, Pablo Martín acerca de la reprogramación del sistema de creencias con psilocibina, y Carlos Moriano, que propuso un abordaje sistémico al trauma desde una conciencia expandida. El eje clínico también estuvo representado con presentaciones como la de Marta Martín, de la Clínica Synaptica, sobre el tratamiento de adicciones con psicoactivos, y la de Antón Gómez-Escolar, centrada en las evidencias actuales del uso terapéutico de estas sustancias.
Visiones innovadoras
El encuentro también incluyó intervenciones con un enfoque alternativo a los sistemas establecidos, como la de Pájaro Volador, quien presentó una introducción accesible al mundo del Bitcoin desde una perspectiva práctica y libertaria, destacando su potencial como herramienta de soberanía financiera individual en tiempos de vigilancia digital y economías centralizadas. Por su parte, el abogado Fran Azorín ofreció una ponencia incisiva sobre el rol del activismo psicodélico, en la que abordó tanto los desafíos legales actuales como las posibilidades de transformación social que surgen al reimaginar el paradigma prohibicionista, haciendo énfasis en la necesidad de construir marcos jurídicos más justos, centrados en los derechos individuales, la salud mental y la autonomía personal.
Otros nombres que enriquecieron el programa fueron Judit Rosell, con aportes sobre respiración y regulación emocional; Adela Abad reflexionando sobre interculturalidad; y Jorge Escohotado, quien presentó PIHKAL, la influyente obra de los Shulgin. En este marco de saberes cruzados, la presentación de ICEERS por parte de Igor Domsac destacó por ofrecer una perspectiva institucional sobre el trabajo en integración, defensa legal, incidencia política y derechos humanos en las prácticas responsables con medicinas tradicionales indígenas. La exposición fue recibida con interés por parte de una audiencia sensibilizada hacia las implicaciones sociales y políticas del renacimiento psicodélico.
Durante el encuentro también se presentó Psymposium, un congreso organizado por Inawe en colaboración con la Sociedad Española de Medicina Psicodélica, que celebrará su primera edición en octubre de 2025 en Madrid. Este evento se centrará en la innovación en salud mental y la investigación de los psicodélicos, reuniendo a expertos y profesionales del ámbito para compartir avances y perspectivas en estas áreas emergentes.
Talleres para el cuerpo y el alma
Además del estímulo intelectual, La Seta Crítica apostó por cultivar la dimensión práctica y ejecutiva del ser. Se ofrecieron talleres de cultivo micológico, extracción de compuestos y elaboración de hidromiel vikinga o jabones psicodélicos. La agenda de actividades extraordinarias se mostró tan rica como variada. Desde las sesiones de baño de gong con Helena y Emilio o los cantos ancestrales de Chico Pómpos hasta las meditaciones con didgeridoo conducidas por Rocío González, pasando por las sesiones BPM de Jose, el espacio fue permeado por propuestas inmersivas orientadas a la introspección.
Metanoia, de Pablo Bullejos, ofreció una experiencia artística-espiritual profundamente sensorial, mientras que el viaje audiovisual de Marco Padiya y E1000 fusionó música chamánica y visuales difractados en tiempo real. El breathwork de Judit Rosell ofreció espacios seguros para el desbloqueo emocional profundo, y los sets de DJ Igua, DJ Karisma y Mama Love guiaron a los asistentes en danzas meditativas, rituales y celebratorias.
No faltaron los graffitis en vivo de Gerbos Art, los círculos de rapé, las lecturas rúnicas y de tarot, la decoración psicodélica de Dragon Fungi, y el taller de risoterapia facilitado por Irene Megina, fundadora de la Escuela de Risoterapia de Madrid. Este taller, que cerró el evento, ofreció una experiencia transformadora a través de la risa y el juego, permitiendo a los participantes liberar tensiones y reconectar con su esencia más auténtica, en línea con la metodología vivencial y transformacional que caracteriza su enfoque.
Como parte de su compromiso con el cuidado colectivo, La Seta Crítica III contó con un espacio PsyCare, dedicado al acompañamiento de experiencias difíciles. Inspirado en modelos de reducción de daños y contención emocional, este rincón ofreció apoyo confidencial a cualquier persona que atravesara un proceso desafiante durante el evento. Facilitadores formados en escucha activa y primeros auxilios psicológicos estuvieron disponibles para sostener desde la empatía y el respeto, recordando que la psicodelia también implica responsabilidad, cuidado y comunidad.
La comunidad como campo expandido
Más allá del contenido, La Seta Crítica III funcionó como un campo de resonancia afectiva donde ciencia, arte, espiritualidad y acción social convergieron en una experiencia transformadora. Un evento que no sólo reunió a expertos y artistas, sino que construyó una comunidad horizontal, donde cada intervención representaba un hongo enredado en una red simbólica de vida.
El evento funcionó como una plataforma abierta, donde la organización se centró en facilitar el espacio y la logística, permitiendo que cualquiera con una propuesta pudiera compartirla. Esta estructura, si bien enriqueció enormemente la programación, también implicó que algunas actividades previstas no llegaran a realizarse, simplemente por la intensidad y densidad del programa.
Desde ICEERS se reconoce este espacio como un nodo clave en la cartografía contemporánea del cambio psicodélico. En un momento de creciente visibilidad pública de estas sustancias, La Seta Crítica representa una apuesta por lo autónomo, lo sensible y lo radicalmente humano. Un encuentro donde pensar, sentir y hacer se conjugan en presente.
A lo largo del fin de semana, la confluencia de perspectivas científicas, espirituales, terapéuticas y artísticas permitió a los asistentes adentrarse en un campo fértil de reflexión y transformación personal. La Sierra de Guadarrama, con su belleza agreste, proporcionó el contexto ideal para esta inmersión colectiva en los misterios de la consciencia.
En ICEERS valoramos la oportunidad de haber contribuido a este espacio de articulación entre la ciencia y el alma, con la convicción de que eventos como La Seta Crítica resultan esenciales para seguir construyendo puentes entre la tradición, la comunidad y la innovación psicodélica.
Foto: Igor Domsac.
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