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    Perspectivas – Navegando por la complejidad del mundo etnobotánico a través de puntos de vista personales.

    Ayahuasca, yagé, daime: tres nombres diferentes para un brebaje poderosamente visionario que se consume principalmente en la región noroeste de la cuenca del Amazonas, donde confluyen Colombia, Perú, Ecuador y Brasil. Pero, ¿son tres nombres diferentes para la misma receta de medicina vegetal o acaso son diferentes? Si es así, ¿en qué sentido?

    Dependiendo de a quién se le pregunte, las respuestas tienden a caer en una de tres respuestas habituales:

    1. La primera respuesta común es que: «Son la misma cosa, pero tienen nombres diferentes según el país del que proceda. La ayahuasca es de Perú, el yagé es de Colombia y el daime es de Brasil». Ésta es una forma muy simplista de verlo, pero también la más fácil de recordar.
    1. La segunda respuesta es que: «Son la misma cosa, pero se elaboran con diferentes oraciones y procesos, así que mientras las plantas son las mismas, la tecnología es diferente». Si estás en el grupo de gente que cree que los efectos visionarios de la bebida pueden ser influenciados por las canciones, oraciones e intenciones que se ponen en su elaboración, esta explicación tendrá pleno sentido para ti.
    1. Una tercera respuesta común es que: «Son nombres diferentes para variaciones de la misma cosa, un brebaje medicinal de plantas visionarias elaborado a partir de Banisteriopsis caapi, pero que también puede contener otras plantas y recetas». Esto puede ser parcial y cierto, si bien de un modo inconsistente. Hablaré de ello más adelante.

     

    Un brebaje visionario de diversos nombres y diversas tradiciones

    La verdad se encuentra en algún punto entre estas tres respuestas. En primer lugar, es importante saber que la planta medicinal comúnmente conocida como «ayahuasca» forma parte de las prácticas de aproximadamente cien grupos indígenas de la Amazonia, repartidos por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Venezuela, cada uno con sus propias creencias y tradiciones, según la activista indígena Daiara Tukano, quien escribe:

    «Los estudios arqueológicos sugieren que [la ayahuasca] puede haberse utilizado ritualmente desde hace más de 5.000 años, pero se encuentra en las historias de origen de todos nuestros pueblos. Para nuestras civilizaciones, la medicina sagrada ha sido la fuente de nuestro conocimiento, identidad y cultura desde la creación del primer humano. En consecuencia, siempre está presente en nuestros cantos e historias, además de formar parte de las antiguas relaciones entre nuestros pueblos».

    Aunque es fácil decir que daime, el nombre dado a la mezcla de B. caapi y chacruna hecha por los seguidores de la iglesia sincrética brasileña del Santo Daime, es «ayahuasca de Brasil», las tribus indígenas de Brasil tienen sus propios nombres para su poción que contiene caapi, como uni, nixi pãe, caapi y camarampi.

     

    La diferencia entre la ayahuasca y el daime

    Clint Fenix Montgomery, miembro de la comunidad de 80.000 miembros Ayahuasca en Facebook, que ha estado durante cinco años en aprendiendo el trabajo, el cultivo y el cuidado de estas plantas y la preparación de la medicina, explica:

    «La ayahuasca (como la mayoría de la gente la conoce) y el daime están hechos de las mismas plantas, la liana Banisteriopsis caapi (ayahuasca) y las hojas del arbusto Psychotria viridis (chacruna). Sin embargo, la ayahuasca puede hacerse con la adición de otras plantas y seguir llamándose «ayahuasca»».

    Además, cualquiera que haga ayahuasca puede utilizar una proporción diferente de hoja y liana, mientras que el daime tiene una receta establecida, y tiende a tener menos P. viridis, y, por tanto, menos DMT que la ayahuasca peruana.

    «Lo más importante —apunta Montgomery— es que las dos mixturas están imbuidas con diferentes energías espirituales, y son de hecho diferentes seres espirituales, accediendo a diferentes reinos. Tengo cada una de estas plantas en mi jardín y estoy llegando a conocerlas bien».

    ayahuasca daime

    El daime sigue una receta y un proceso de elaboración estrictos. La bebida tradicional sólo contiene caapi y chacruna, y suele ser elaborado por la comunidad eclesiástica del Santo Daime en el llamado feitio, que es un trabajo espiritual en sí mismo. Un feitio puede durar entre cinco días y dos meses, y su duración depende de la cantidad de material vegetal que haya que procesar y del número de personas que participen en el mismo.

    Por lo general, los hombres procesan el cipó, o liana, y las mujeres procesan la rainha, es decir, las hojas del arbusto chacruna. El trabajo se realiza tanto en silencio como con música, ya sea cantando colectivamente o escuchando himnos grabados del Santo Daime, porque es imposible que todos puedan seguir cantando sin parar durante días, según explica el daimista Bruno Saravia C Castro.

    Los participantes en el feitio deciden qué canciones se cantan o se tocan. El líder de la iglesia, normalmente el Padrinho, decide qué tipo de daime se hace. Si la bebida se elabora para un trabajo normal (ritual, sesión) será en una concentración que permita a la gente funcionar, es decir, leer de su himnario, cantar, bailar y agitar su maraca de forma muy coordinada. Si están haciendo para un trabajo de tipo «cura», el té será más fuerte, y más purgante.

    Las iglesias del Santo Daime también siguen un sistema de graduación que les permite crear mezclas de diferente fuerza, para apoyar diferentes tipos de trabajos espirituales. Recuerdo que, cuando vivía en Mapiá, un daimista me explicó su sistema de clasificación del daime, y cómo estaba determinado por la proporción de litros que se hervían para conseguir el resultado final. Por ejemplo, un té en el que se hervían tres litros de líquido para obtener un litro de medicina era más fuerte que dois por um, es decir, dos a uno. Los tés más fuertes y concentrados se reducían a una espesa y almibarada mel o miel, que podía enviarte a un viaje de horas con una sola cucharadita.

    Le pedí a Rob Heffernan, mi experto en todo lo relacionado con el daimismo y el estatus legal de la ayahuasca, que me aclarara el sistema de clasificación. Rob ha estado involucrado en la tradición curandera peruana y en el Santo Daime durante los últimos 19 años. Es miembro fundador del Council for the Protection of Sacred Plants.

    En palabras de Heffernan:

    «Los niveles de fuerza en el Daime se llaman grados, principalmente 1, 2, 2:1, 3:1 y mel. Sin embargo, hay variaciones dentro de estos grados. Éstos tendrán marcas especiales en ellos.

    La clave es que si conoces la fuerza de los grados de un determinado feitio puedes tener una idea consistente de cómo servir la dosis.

    Un grado 3:1 siempre será fuerte. Sin embargo, no se puede decir que un tercer grado de un feitio en Mapia, un feitio en Sao Paulo o un feitio en otra parte del mundo será el mismo. Por eso es importante tener un conocimiento experimental de la fuerza de un feitio específico».

     

    La diferencia entre la ayahuasca y el yagé

    En Colombia, donde la bebida psicoactiva se conoce como yagé, el brebaje se hace a menudo con la liana de la ayahuasca y una de las plantas enredaderas comúnmente llamadas «chaliponga», conocida científicamente como Diplopterys cabrerana. Se trata de una liana originaria de la cuenca del Amazonas, que abarca los países de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. En las lenguas quechuas se llama chaliponga o chagropanga; en algunas partes de Ecuador se conoce como chacruna, aunque este es el nombre reservado para la Psychotria viridis.

    La ayahuasca es femenina y a menudo se le llama «madre» o «abuela». El yagé en Colombia se considera masculino, y un linaje del abuelo.

    Tanto la chacruna como la chaliponga son fuentes ricas en N,N-DMT, una triptamina endógena en los seres humanos y en otras especies vegetales y animales. Algunos dicen que la chaliponga da una experiencia más visionaria a la infusión que la chacruna, y se especula que esto se debe a que la chaliponga incluye trazas de 5-MeO-DMT y bufotenina.

     

    ¿Contiene realmente la chaliponga 5-MeO-DMT?

    Existe un debate sobre si la chaliponga contiene realmente 5-MeO-DMT, y que esta afirmación es una información errónea que aparece reiteradamente en Internet, así que me puse en contacto con mi amigo Julian Palmer, la persona que «inventó» la changa, y mi experto en todo lo relacionado con la DMT, y esto es lo que me respondió:

    «La respuesta corta es que no contiene 5-MeO-DMT», al tiempo que me dirigió a un hilo en el foro 5-Hive, según en cual es improbable que el 5-MeO-DMT contribuya a los efectos de chaliponga/Diplopterys cabrerana.

    «Es bastante común escuchar historias sobre la presencia de 5-MeO-DMT en la planta de mezcla de ayahuasca Diplopterys cabrerana, y algunas personas insisten en que esto es lo que da lugar a sus efectos únicos en la percepción, en tanto otros se cuestionan si es seguro mezclarla con un IMAO en forma de liana de ayahuasca.

    Revisando la literatura científica y algunos análisis más recientes, está claro que la 5-MeO-DMT no juega un papel en los efectos de la chaliponga. Sin embargo, una buena parte de los usuarios de esta planta la encuentran distinta en su efecto en comparación con otras plantas de mezcla de ayahuasca, como la Psychotria viridis y la Mimosa tenuiflora.

    Algunos de los resultados de los análisis realizados en el pasado sobre la D. cabrerana:

    – Se encontró DMT y trazas de bufotenina, pero no se encontró 5-MeO-DMT (McKenna, 1984).

    – 0,4655% de DMT, en combinación con rastros de NMT, bufotenina y MTHBC (Agurell et al., 1968) (identificado erróneamente como Banisteriopsis rusbyana, ver Gates 1982).

    – 0,16638% de DMT, 0,0035% de MTHBC y 0,0035% de 5-MeO-DMT en tallo seco (Agurell et al., 1968 – ver documento adjunto) (identificado erróneamente como Banisteriopsis rusbyana, ver Gates 1982)».

    Bancopuma, el autor del post, también mencionó que un miembro de DMT Nexus realizó un análisis GC-MS en una muestra de hojas de D. cabrerana, la supuesta fuente de 5-MeO-DMT. No se encontró nada.

    La explicación puede ser que la chaliponga contiene mucho más DMT: diez gramos de chaliponga contienen alrededor de 100 mg de DMT. Mientras, para obtener 100 mg de DMT de la chacruna se necesitan 50-100 g de material vegetal. Además, la chaliponga es más consistente, hasta el punto que algunos de los curanderos de los alrededores de Iquitos acuden a Ecuador a recoger estas plantas porque les gustan más para su brebaje de ayahuasca.

     

    ¿Por qué la chaliponga es «más visionaria» que la chacruna?

    Aquéllos que defienden firmemente que es imposible identificar realmente lo que hay en un brebaje debido a las cualidades visionarias, porque depende totalmente de «ti» (que es totalmente subjetivo) y no de lo que hay en la poción medicinal de la planta, probablemente insistirán en que la chaliponga no es más visionaria que la chacruna.

    Pero para aquéllos que experimentan más y más largas visiones con los brebajes de chaliponga, ¿podría simplemente deberse a que la chaliponga tiene una mayor concentración de DMT?

    Según Julian, «la chaliponga no debería crear una experiencia más larga, pero, eventualmente, podría hacerlo». También afirma que puede haber diferencias en la experiencia visionaria basadas en la fuente de DMT, y que en su experiencia, la chaliponga tiene una huella de DMT diferente a la chacruna. En Australia, hay varias plantas de DMT, y las diferencias entre ellas son enormes, aunque la «molécula de Dios» sea la misma:

    «Creo que la chacruna generalmente no es una buena fuente de DMT. Los científicos te dirán que la DMT es DMT y por lo tanto debe ser la misma, ya sea sintética o de diferentes plantas y cualquier diferencia en los efectos debe ser subjetiva. Eso es sin embargo incorrecto, y se pone de manifiesto si tienes acceso a muchas fuentes de plantas de DMT como las que tenemos en Australia, que contienen una fuente pura de DMT. Las diferencias entre ellas son muy vastas, y realmente nunca he encontrado que la chacruna sea comparable a las acacias o a la chaliponga».

    ayahuasca daime

     

    Cómo se hace el yagé en Ecuador

    Jonathon Miller Weisberger, un entusiasta de la botánica que pasó muchos años viviendo entre las tribus indígenas de Ecuador, escribió extensamente sobre la medicina basada en plantas y la ciencia indígena de la Alta Amazonía, en su libro Rainforest Medicine. Al igual que las tribus indígenas de Colombia, los Secoya de Ecuador que Jonathon conoció llaman a su medicina yagé.

    «La ayahuasca se suele preparar dejando la corteza en la liana y sólo se raspa y machaca ligeramente. Así se hierve la liana, con lo que quedan más taninos en el brebaje y se consigue un efecto purgante más potente (es decir, hace vomitar). El yagé se prepara eliminando toda la corteza y dejando sólo el hueso leñoso de la vid para hervirlo. Por lo tanto, estas infusiones tienen muchos menos taninos y provocan menos vómitos».

    A continuación, describe las prácticas de yagé de la tribu indígena Secoya de Ecuador, que consume su medicina de una manera particular, distinta a la forma en que se consume normalmente la ayahuasca.

    «Según la tradición Secoya, antes de beber yagé, los participantes consumen el emético de hoja de yagé, que equilibra el pH del cuerpo. Esto es crucial para cualquier programa de curación o desintoxicación. Luego, algunos días después, cuando están listos para beber el yagé adecuado, el cuerpo se prepara para las ceremonias que vienen. La ayahuasca preparada con la corteza hace que uno vomite más durante una ceremonia, y por lo tanto es difícil retener lo suficiente del brebaje para obtener sus efectos completos y ver las visiones celestiales».

    Este vídeo de Jonathon profundiza en las tradiciones y leyendas de la ayahuasca y el yagé.

     

    ¿Podría distinguir la ayahuasca, el yagé o el daime en una prueba de sabor a ciegas?

    ¿Es posible discernir qué bebida es ayahuasca, yagé o daime basándose en el sabor y la calidad visionaria? Debido a que la ayahuasca, el yagé y el daime se refieren a una poción medicinal de plantas con la B. caapi como denominador común, más otra planta que contiene DMT, y hay muchas variables en las mezclas y los procesos de elaboración de las mismas, la mayoría, si no todos, incluso los más experimentados, probablemente no serán capaces de discernir una de otra, basándose en el sabor o los efectos. Los efectos de algunas plantas aliadas (como la brugmansia) pueden ser muy activos y perceptibles. Muchas otras son sutiles y casi imperceptibles biológicamente, aunque su «espíritu» puede aparecer en las visiones…

    Según afirma el artista visionario Michael Angell:

    «Si cogiera cuatro botellas que contengan un análogo de la ayahuasca, yagé, ayahuasca y daime, las agitara, les pusiera etiquetas de botella de vino (todas del mismo color), las barajara durante 60 segundos en la oscuridad, encendiera las luces y las sirviera, estoy dispuesto a apostar mil dólares a que nadie podría dilucidar qué botella contiene cada bebida… Eso más o menos resuelve las preguntas: efectivamente, el daime es ayahuasca, preparada un poco diferente, pero al final del día es la liana y la hoja… En última instancia, es tu decisión, pero las pre-sugestiones, las creencias y la imaginación tienen que ser anuladas si quieres obtener una respuesta práctica: el conjunto y el escenario colorean la experiencia, mientras que, como la bebida es idéntica, la mente y la imaginación no lo son: ésa es la clave de la diferencia, no está en la bebida, eres tú, tu corazón y tus expectativas».

    Sí, efectivamente, existe el mundo totalmente subjetivo de cómo interactúas con la medicina, y los mundos internos que revela la ayahuasca, únicos para ti… Pero, ¿realmente hace esto que la poción medicinal de la planta sea «idéntica» en todos los casos?

     

    La ayahuasca es un mundo, no una medicina

    Y esto nos lleva de nuevo al punto de vista de Daiara Tukano. Hay muchos nombres para la infusión, estos nombres son significativos para la historia y la identidad de las diferentes tribus que tradicionalmente consumen esta planta medicinal, y de hecho las diferencias son importantes.

    Según el blog de la World Ayahuasca Conference, es importante entender que hay muchos nombres diferentes para la misma mezcla de ayahuasca, o para mezclas similares, y que cada nombre tiene un significado cultural.

    «El antropólogo Luis Eduardo Luna, en su tesis Vegetalismo, enumera 42 nombres para la infusión de ayahuasca o la liana Banisteriopsis caapi (no distingue entre ambas), mientras que el etnólogo Frederick Bois-Mariage, en su blog sobre la ayahuasca, también enumera 19 nombres sólo para la liana B. caapi de Panamá, Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Bolivia y Venezuela».

    En el ámbito regional, independientemente de la mezcla de otras plantas que haya en la infusión, incluso si los colombianos hicieran su yagé con chacruna, seguiría llamándose yagé. Del mismo modo, si los peruanos utilizan chaliponga, el brebaje se sigue llamando ayahuasca. Los términos ayahuasca o yagé no cambian independientemente de otros aditivos como la brugmansia o incluso si el brebaje se hace sólo con B. caapi y agua.

    Para que te hagas una idea de la gran variedad de mezclas de ayahuasca, si bien el denominador común es la cepa B. caapi, las fuentes de dimetiltriptamina y otras mezclas varían de una región a otra. He aquí algunas mezclas comunes de DMT:

    • Psychotria viridis (chacruna) – hojas
    • Diplopterys cabrerana (chaliponga, chagropanga, Banisteriopsis rusbyana) – hojas
    • Psychotria carthagenensis (Amyruca) – hojas
    • Mimosa tenuiflora (jurema, M. hostilis) – corteza de la raíz

    Otros aditivos comunes encontrados en los brebajes de ayahuasca:

    • Justicia pectoralis (piri piri)
    • Brugmansia (toé)
    • Nicotiana rustica (mapacho, variedad de tabaco)
    • Ilex guayusa (pariente de la yerba mate)

    Mezclas comunes con sus valores ceremoniales y espíritus asociados:

    • Corteza de ayahuma. Árbol de cabeza muerta. Proporciona protección y se utiliza en la curación del susto (pérdida del alma por susto o trauma espiritual).
    • Corteza de capirona. Proporciona limpieza y protección. Destaca por su corteza lisa, sus flores blancas y su madera dura.
    • Corteza de chullachaki caspi (Brysonima christianeae). Proporciona limpieza al cuerpo físico. Se utiliza para trascender las dolencias del cuerpo físico.
    • Corteza de lopuna blanca. Proporciona protección.
    • Corteza de punga amarilla. Brinda protección. Se utiliza para sacar o atraer espíritus o energías negativas.
    • Corteza de remo caspi. Árbol del remo. Se utiliza para mover energías densas u oscuras.
    • Corteza de wyra (huaira) caspi (Cedrelinga catanaeformis). Árbol del aire. Se utiliza para crear purgas, trascender dolencias gastrointestinales, calmar la mente y aportar tranquilidad.
    • Corteza de shiwawaku. Aporta la medicina púrpura a la ceremonia.
    • Uchu sanango. Fruto de las plantas de sanango.
    • Huacapurana. Árbol gigante del Amazonas con corteza muy dura.

    Si se tienen en cuenta las influencias farmacológicas de las plantas psicoactivas y no psicoactivas de la mezcla, se puede ver que la experiencia de cada brebaje puede ser muy distinta. Si se combina esto con las energías espirituales que contiene cada planta, así como con las energías puestas en el brebaje a través del canto, la intención, los cánticos y la oración, se incluye el set y el setting ceremonial y la forma única en que la medicina interactúa con usted, y usted interactúa con la medicina, y las dimensiones que revela dentro de usted… no es difícil ver la ayahuasca como un mundo, no como una medicina.

    Ilustraciones de Sahaj Kaliman.

    Artículo original de Lorna Liana en Entheonation: Ayahuasca vs Yage vs Daime – What’s the Difference?

     

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    Lorna Liana

    Lorna Liana

    Lorna Liana is the CEO of EntheoNation, a media company covering psychedelics, plant spirit shamanism, and visionary culture. She is also the founder of The Plant Spirit School, an online school offering workshops, programs, and 1-to-1 mentoring to individuals and professionals in the psychedelic and plant medicine sector. With over 25 years of psychedelic exploration and 100s of ceremonies, Lorna is an advocate for the safe, intentional use of entheogens as a tool of self-mastery, as well as the practice of sacred reciprocity.

    Aviso: La información contenida en la sección Perspectivas representa la opinión del autor, y no refleja necesariamente el punto de vista de ICEERS.

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